sábado, 20 de agosto de 2011

Último día en China


Hoy es el último día en mi aventura china y el último día en Beijing.
He visitado los principales puntos de interés de la ciudad, los lugares más emblemáticos, aquellos en los que se escribió el día a día, el destino y la historia de todo un imperio.
Me he sumergido en las profundidades de su cultura y tradiciones. He buceado en los rincones más escondidos, en sus callejones más recónditos y oscuros,... pero me queda la sensación de dejar muchos otros lugares y experiencias por conocer,... dejo tanto por el camino,.... tanto por ver, tanto por vivir,...
Hoy es mi último día, un día para mezclarme, caminar, sentir, observar y respirar.
Es un día para vivir China.


Hoy dejo a un lado las visitas turísticas, me olvido de los templos, plazas, jardines y monumentos que no he podido ver,... y no veré,... al menos, no en esta ocasión.

Hoy quiero empaparme de vivencias, de experiencias y de futuros recuerdos.
Recorreré las calles de Beijing pisando su asfalto, consciente de estar sobre una tierra, en tiempos, ocupada por bárbaros y conquistadores y dominada por emperadores.

La mañana la dedico a hacer las compras de última hora y, para ello, me dirijo al Mercado de la Seda (el más falso de los mercados).


Recorriendo calles y paseando por mercados procuro retener en mi memoria los olores, sonidos y sensaciones que me asaltan a cada paso.

No dejo Beijing sin antes visitar el Palacio del Príncipe Gong. Una visita que se me ha resistido durante los dos últimos días pero que hoy no volverá a mostrarse esquiva.




Se trata de la residencia imperial más grande y mejor conservada de la ciudad. Decenas de estancias y pabellones permiten hacerse una idea del poder y las riquezas que rodeaban a los príncipes de la dinastía Qing. 
La mansión es un hermoso ejemplo de la antigua arquitectura china y una de las mejores formas de conocer como vivian las clases acomodadas en aquellos años del feudalismo.





Pero si algo merece una mención especial son sus jardines que cuentan con montañas artificiales, grutas, conjuntos de piedras ornamentales y pequeños pabellones que ofrecen bellos lugares de descanso y meditación para el visitante.

El resto del día me regala nuevas experiencias y descubrimientos. Un paseo a orillas del Lago Hou Hai me permite conocer una nueva zona de ocio en Lotus Lane.

Llama la atención comprobar que esta zona no es apenas mencionada en las guías de viajes, sin embargo, resulta una visita imprescindible que nadie debería dejar de hacer.




No hay comentarios:

Publicar un comentario