lunes, 8 de agosto de 2011

Nanshi; La Ciudad Antigua.

Hoy visito Nanshi; la Ciudad Antigua.

El día comienza visitando la calle Fangbang Zhong Lu, una de las más comerciales de Shanghai. Tiendas y más tiendas llenan ambos lados de la calle. Insistentes y dispuestos a no recibir un no por respuesta, los comerciantes gritan sus mercancías como lo hicieran sus antepasados en la época imperial. Tientan al paseante con artesanía, instrumentos musicales, masajes, remedios de la medicina tradicional china, prendas de los más delicados tejidos,... y ahora también, con ipad's, iphone's, relojes, bolsos, etc. Todos ellos de imitación, claro está.



Antes de bucear por los numerosos puestos y tiendas, me detengo en el Templo del Dios de la Ciudad (Chenghuang Miao) donde Taoismo y Budismo se funden para ofrecer uno de los templos más visitados. Aquí pude asistir a uno de los ritos de cremación de ofrendas e inciensos. Una ceremonia oficiada por un grupo de monjes taoistas que con ropajes e instrumentos musicales tradicionales sorprendieron a todos los visitantes allí presentes. 
Merece la pena visitar el templo por su enorme cantidad de representaciones de Buddha y otras imágenes veneradas que en él se exponen y por ser uno de los más visitados de la ciudad.


Justo al lado del Templo del Dios de la Ciudad se encuentra el Bazar Yu Yuan. Si la calle Fangbang Zhong Lu es una locura por su oferta comercial, el Bazar Yu Yuan te asombrará y te hará abrir la boca al entrar para no poder cerrarla hasta salir. 
Un ritmo frenético y vibrante y un despliegue espectacular de tiendas y productos de todo tipo, multiplica por cuatro la oferta de Fangbang Zhong Lu, pero no es esto lo más impactante del Bazar Yu Yuan. Estoy en la Antigua Ciudad de Shanghai y mire donde mire me encuentro rodeado por bellísimas estructuras arquitectónicas construidas y decoradas al estilo Ming. Edificios como el de la Casa de Té se mantiene construido en mitad de un lago desde hace más de cuatro siglos. Sumergirse en el Bazar Yu Yuan es hacer un viaje en el tiempo. En cada rincón encuentro algo nuevo y sorprendente; músicos sacando dulces sonidos de flautas imposibles, histriónicos cuentacuentos, puestos de venta de las famosas bolas de masa cocida llamadas dim sum,.... 
Si vienes Shanghai no puedes dejar de visitar la Ciudad Antigua, por su interés histórico y por su interés cultural y comercial. En ningún otro lugar del mundo encontrarás algo parecido.


La humedad y el calor son asfixiantes y se impone la necesidad de encontrar un lugar refrigerado y de refrescarse con una cerveza bien fría.  En el momento en el que sales de Europa, cualquier país que visites te ofrecerá cervezas muy suaves, muy frías y refrescantes, muy económicas y de buen tamaño (600ml). Un motivo más para conocer mundo.

No muy lejos de allí, encuentro un pequeño restaurante local decorado en su interior con muebles de madera y paredes forradas de caña de bambú. Mientras bebo mi cerveza helada junto al potente ventilador, no dejo de ver desfilar a los camareros sirviendo grandes y suculentos platos de comida con un aspecto estupendo, lo que me anima a probar las especialidades de la gastronomía china.  
El menú se expone con caracteres chinos en la pared de la entrada, los camareros cantan a viva voz los platos que van saliendo de la cocina, los platos sucios y los restos de comida se acumulan en palanganas de plástico depositadas en el suelo y el té se sirve con el agua caliente contenida en un gigantesco termo. El lugar no puede ser más auténtico y la comida no puede ser más deliciosa. 
Cierto es que no tiene mucho que ver con la comida china que estamos acostumbrados a comer en los restaurantes occidentales pero, el sabor y la presentación de los platos es excepcional. 
No pienses en como se cocina y, sobre todo, no entres a la cocina ni visites los mercados hasta finalizar el viaje. Es un consejo que agradeceras. Las medidas de higiene no siguen los mismos cánones que tenemos establecidos en occidente. Deja los escrúpulos a un lado y disfruta de una gastronomía rica y llena de matices.


El Bazar Yu Yuan recibe su nombre gracias a los famosos Jardines Yu Yuan (Jardines de la Tranquilidad). Fundados en 1559 por un oficial de la dinastia Ming, sugieren el estilo de los jardines de Suzhou (población cercana a Shanghai). Un lugar creado para armonizar con la naturaleza y meditar. Un núcleo de paz en medio del bullicio del Bazar.

De nuevo en Fangbang Zhong Lu, me dejo convencer por uno de los muchos comerciantes que te interceptan por la calle ofreciendo relojes, bolsos, ipod's,... De allí me conduce entre estrechos callejones al interior de una vieja casa. Tras sus puertas se haya un almacén en el que se exponen decenas de bolsos y carteras de imitación así como relojes de imitación de los últimos modelos de las más prestigiosas  marcas. Primero has de reconocer una buena imitación de una mala. Las malas no valen ni para regalar. Las buenas pueden llegar a ser muy buenas. Una vez que has encontrado lo que te gusta, llega el momento del regateo. Es obligatorio regatear. Sobre el precio que te da el vendedor, ofrece una tercera parte y,.... comienza el juego hasta alcanzar "el precio justo". Si te lo tomas como un juego puede ser muy divertido.

Tras mis primeras compras decido cambiar de distrito y dirigirme a otra famosa calle de Shanghai; Calle Nanjing.


Famosa por sus numerosos luminosos y sus enormes pantallas de video colgadas de las fachadas, Nanjing es la calle comercial por excelencia. Una calle peatonal que reúne las mejores firmas, en esta ocasión originales, y algunos de los más representativos centros comerciales.
Aun así, por la calle te asaltarán vendedores ambulantes que querrán conducirte a su tienda clandestina y jóvenes muchachas te abordarán ofreciéndote una agradable conversación para, finalmente, convencerte para que les acompañes a tomar un relajante masaje con final feliz.

Pequeños trenecitos ofrecen paseos por la calle Nanjing evitando atropellar a la muchedumbre. 
Nanjing es moderna y abierta al siglo XXI,... 
yo, personalmente, me quedo con Fangbang Zhong Lu.

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