Candomblé

DIA 14 DE MAYO DE 2011

Anoche llovió como si se hubiera roto el cielo. Auténticos ríos de agua discurrían por las empinadas calles de Salvador de Bahía. En cualquier caso, esto no iba a ser un impedimento para continuar con los planes previstos. A las 7:15h me recogían en la recepción del hotel para ir a presenciar un ritual de Candomblé dedicado a Oxalá, el Orixá de la creación. Dueño de paz, amor y harmonía. Varias eran las normas a tener en cuenta; debe vestirse ropa blanca, siempre pantalón o falda larga, no se pueden hacer fotografías ni filmar en video, guardar respeto a los Orixás y a los celebrantes. El acto se realizó entre cuatro paredes mal construidas pero cuidadosamente decoradas para la ocasión. Todas las personas asistentes vestíamos de blanco y los oficiantes del rito vestían ropajes que, en mas de una ocasión, todos hemos visto en las películas de ritos africanos. Ropa blanca con muchos volantes, abultadas faldas y aparatosos tocados en la cabeza. Si has visto, “Lo que el viento se llevó” o la serie “Raíces” ya sabes de lo que te hablo.

La experiencia merece la pena aunque tres horas se hacen algo largas. Lo mejor de la experiencia es que no se trataba de una atracción turística. La celebración era auténtica y turistas solo estábamos seis de diferentes nacionalidades.

De regreso al hotel me animé a visitar la zona de Río Vermelho. Junto al océano, esta zona está repleta de terrazas al aire libre y bares que congregaban a cientos de jóvenes para beber cerveza, comer y relacionarse. El ambiente es interesante y no entraña riesgo alguno. Volveré para vivir la experiencia de día y degustar los famosos “acarajé”.

Después de dos cervezas de tamaño natural (1 litro cada una), regreso al hotel para dormir esperando ver que me depara el mañana.