sábado, 1 de octubre de 2011

En la Isla de los Museos

Hoy he vuelto a visitar el bello Barrio de San Nicolas  (Nikolaiviertel). Con la luz del día pueden apreciarse innumerables detalles y matices en sus edificios y en sus calles que, hoy si, presentan una animada actividad matinal. Los comercios, abiertos de par en par, muestran bellísimas obras de artesanía en madera. Llama especialmente la atención una preciosa tienda de relojes de carillón con espectaculares y elegantes diseños. Por si alguno tenéis curiosidad, os invito a visitar su web; www.wohnraumuheren.de. Os sorprenderá la belleza de sus piezas, todas ellas únicas.



Continuando con el recorrido que me he establecido para hoy, visito la impresionante catedral barroca de Berliner Dom. Una espectacular catedral que, a orillas del Río Spree y frente a una amplia zona ajardinada, exhibe una de las más bellas cúpulas que jamás he visto donde su tono verdoso contrasta con el dorado brillo de los crucifijos y los motivos ornamentales que la adornan. Hoy no puedo entretenerme mucho aquí pero, mañana quiero regresar para subir a su cúpula y contemplar la panorámica que se disfruta desde lo alto.


Junto a la catedral se encuentra el Altes Museum. El Antiguo Museo fue el primero que se inauguró en Berlín. Su arquitectura neoclásica se caracteriza por un imponente pórtico sostenido por una enorme columnata.


A pocos metros, la Alta Nationalgalerie (Antigua Galería Nacional), dedica sus salas a la escultura neoclásica y a la pintura del siglo XVIII al XX. Espectaculares corredores sostenidos por una enorme doble columnata rodean el recinto ajardinado que da entrada a un impresionante edificio. Merece la pena sentarse junto a la fuente que adorna los jardines y relajarse contemplando la belleza del lugar.
La conocida como La Isla de los Museos reúne estos y otros importantes centros artísticos como son; Pergamon Museum, Schlossbrücke y Bode Museum. Harían falta semanas enteras para recorrer cada uno de los museos y galerías de arte concentradas en este pedazo de tierra que el río rodea y abraza con sus aguas., así que he de conformarme con disfrutar de su arquitectura y su belleza exterior.


Bordeando el río, en cuyas aguas navegan grandes barcos turísticos  y pequeños yates, llego a una preciosa zona de restaurantes con numerosas terrazas en las que poder disfrutar de una gran jarra de cerveza o alguna de las especialidades gastronómicas de la ciudad.
Me he detenido en una de ellas para reponer fuerzas, beber una cerveza y descansar del incesante calor que, aun en estas fechas, nos acompaña.
La zona Friedrichstrasse es muy popular y hoy debe jugarse un importante partido de futbol ya que aficiones de uno y otro equipo se han dado cita en los locales que aquí se concentran.

Tras comer, continuo con mi recorrido llegando a la Platz der Republik, una enorme explanada en la que grupos de jóvenes y parejas se dan cita para sentarse en las extensas zonas de césped compartiendo unas cervezas y disfrutando del soleado día.
Frente a la plaza se encuentra la Cancillería o Parlamento Alemán (Reichstag). Una advertencia para los que queráis visitarlo y subir a su cúpula acristalada, debéis reservar vuestras localidades con tres días de antelación.


 A pocos metros, un mercadillo callejero da paso a la conocida Puerta de Brandemburgo. En la misma puerta se ha instalado un enorme escenario en el que se va ha celebrar algún tipo de concierto o celebración por lo que, la visita a la puerta se ve frustrada ya que, andamios, camiones y furgonetas y torres de focos impiden hacer una fotografía en condiciones de uno de los emblemas  de Berlín y uno de los lugares más importantes en la historia de Europa.


Caminando por la calle Eberstrasse llego al Denkmal für die ermordeten Juden Europas, memorial dedicado a las víctimas que el nazismo dejó entre la población judía.
Al parecer, la construcción de este memorial a levantado cierta polémica entre la población berlinesa.
Llama la atención por su sencillez y originalidad.

Empieza a anochecer y tengo que apresurarme para llegar a mi última visita del día.
Postdamer Platz es uno de los más animados barrios de la ciudad. En el se concentran modernos y elegantes hoteles, los restaurantes más modernos y lujosos, grandes rascacielos que asombran con su iluminación nocturna,…

El lugar más concurrido en Postdamer es el Sony Center, una enorme torre de cristal que agrupa algunos de los más selector restaurantes de la zona, terrazas cubiertas por una enorme cúpula acristalada, comercios y cines. Muy cerca se encuentra el paseo de la fama berlinés en el que se han inmortalizado algunas de las estrellas del celuloide germano.
En las inmediaciones de Postdamer también se conservan unos pedazos del Muro de Berlín que, hay que decirlo, resultan ridículos además de dar bastante asco ya que se encuentran llenos de chicles que la gente ha ido pegando a lo largo de estos últimos años.


 Antes de regresar al hotel dedico un tiempo a fotografiar algunas de las cosas que más me han llamado la atención en estos días.
Una de ellas es la constante presencia de enormes tuberías que, pintadas de vivos colores, cruzan de parte a parte la ciudad por encima de las cabezas de peatones y por encima de calles y avenidas. Algo que, para nosotros siempre debería ir bajo tierra, ellos lo mantienen en el exterior formando parte del paisaje urbano.
Otra de las cosas que hoy he querido recoger en mis fotografías han sido las estaciones de metro. Enorme pilares de acero soportan los túneles que, en sus paredes y su estructura, aun mantienen el espíritu del viejo Berlín.

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